Desahogandose [Privado-Vlad y Kira]

Aquella mañana no se encontraba bien, no estaba furiosa ni enfadada, simplemente su ánimo estaba por los suelos.
Por todos los lugares por los que pasaba estaba plagado de estudiantes, así que cuando abrió la puerta del gimnasio y lo vió vacio, no dudó en entrar rápidamente y apoyarse en un montón de colchonetas que se encontraban en un rincón.
Le pegó un puñetazo sin fuerza ni animos a una de ellas y dejó caer su brazo sobre su regazo.

- ...Menudo asco... -dijo al aire mientras cerraba los ojos y se recostaba contra una de las colchonetas.

Reflexionó sobre que podía haberle pasado para encontrarse así pero no descifró de que podría tratarse, simplemente sería uno de sus cambios de humor, por lo que decidió no darle más importancia de la necesaria y simplemente esperar a que se le pasara.

Hacia un tiempo que no se pasaba a echarle una mirada al gimnasio, aunque la verdad era que siempre lo veia, recorria las instalaciones enteras de la academia ya que ese era su trabajo... lo que fuera para distraerse un rato.
Entro en silencio, confirmando que estaba vacio al mirar el lugar ... pero no, vio a una figura a lo lejos de el cerca de unas colchonetas asi que decidio ir a ver quien era, y vaya sorpresa era.

-¿Aleksandra?-se acercaba despacio a ella.

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Off: si yo el muy idiota no habia visto el tema ;w;U -limpia telarañas (?)-

Ese día se había levantado de muy buen humor y con mucha energía en el cuerpo, lo primero que pensó en hacer fue ir a tomar un poco de desayuno, pero tampoco se quería exceder mucho porque un poco más tarde tenía pensado pasarse por el gimnasio para hacer un poco de ejercicio.

Cuando hubo terminado de desayunar un poco se fue hacía el gimnasio con un paso moderado mientras tarareaba una canción alegremente. Justo cuando llego a la puerta del lugar se la encontró abierta lo que le pareció un poco extraño pues normalmente esta siempre se encontraba cerrada a menos que hubiera alguien más dentro, cosa que era así pues justo en ese momento escucho como alguien decía el nombre de su hermana, voz que reconoció como la de su otro familiar, Vlad.

-¿Alek?¿Vlad?-pregunto llamando a los mencionados entrando rápidamente al gimnasio.

En un momento determinado pareció como si todo lo que estaba guardandose quisiera estallar, pero esta vez no era de forma furiosa, gruñendo o golpeando cosas...esta vez era en forma de lágrimas. La chica se sorprendió cuando notó sus ojos algo húmedos y como lo que tenia al rededor se volvía borroso por momentos.

-¿Qué demonios...? -se frotó rápidamente los ojos para evitar que las lágrimas afloraran.

Cuando oyó como alguien entraba en el gimnasio y escuchó la voz de Vlad, se apresuro a girar la cabeza y mirar fijamente a la pared, procurando adoptar el mismo aspecto malhumorado de siempre, para evitar que se diera cuenta de nada.
No habia pasado mucho tiempo cuando alguien volvio a entrar, esta vez alguien menos deseado para la chica, su hermano Kira, realmente no habia otra persona a la que menos quisiera ver en aquel momento, pero que se le iba a hacer.

-Hola. -saludó secamente levantando un poco la mano.

Se aproximo a su hermana cuando noto que esta se volteaba evitandole, aunque eso era algo con lo que la habia visto crecer. Nego un par de veces con su cabeza y se sento a su lado para hablarle, pero volteo su mirada al encontrarse con Kira y alzo la mano sonriente y contento de verle.

-Buenas, Kira...- hablaba en voz algo baja y volteo nuevamente a la chica, posando una mano en su hombro. Quizas no era un hermano muy presente, pero las veces que hablaban era bastante cercano con Aleksandra, a pesar de esa actitud reservada que siempre la acompañaba.

Volteo la mirada de nuevo a su hermano haciendole una señal para que se acercase y luego hablo suavemente a la chica.
-¿Sucede algo?- lo mas posible es que se lo guardara y lo mandara a molestar a otro lado, pero no se rendiria hasta saber que ocultaba

Saludo con la mano también en cuanto vio como sus hermanos le saludaban, la actitud de su hermana no le sorprendió en absoluto pues estaba acostumbrado a que esta le tratara de ese modo. Lo que si le sorprendió un poco fue la actitud de su hermano Vlad hacia Aleksandra, le preocupo un poco y se pregunto si a su hermana le había pasado algo.

No tardo mucho en ver como su hermano mayor le hacia una señal para que se acercara, así que rápidamente se acerco mientras se preguntaba qué era lo que podía estar pasando. Cuando estuvo al lado de sus dos hermanos miro fijamente a la chica.

-¿Alek, te pasa algo?-preguntó con un tono serio.

[-quita polvo y telarañas del tema- ;w;]
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Seguía mirando fijamente a la pared intentando hacer caso omiso de las dos personas que habían entrado. ''Madición, largaros...'' pensaba mientras se mordía un labio con fuerza para evitar que se le escaparan las lágrimas. En el fondo, muy en el fondo, le hubiera gustado desahogarse, llorar de una vez para soltar todo lo que tenía dentro y intentar volver a equilibrarse emocionalmente...algo que hubiera hecho de no ser por la inesperada presencia de sus hermanos.

-No pasa nada. -gruñó en voz baja y un poco más aguda, puesto que intentaba que no se le quebrase.

Notaba un fuerte nudo en la garganta pero se negaba a mostrar algún signo de debilidad frente a ellos, nunca lo había hecho y nunca pensaba hacerlo.

-¿No teneis nada mejor que hacer? -se esforzó por mantener el tono malhumorado, aunque la potencia de su voz no era, ni por asomo, la misma de siempre.

Miró de reojo la cara de sus hermanos que parecían algo preocupados, cosa que, de alguna manera, alegro algo a la chica...por lo menos aparentaban que su hermana les importaba, ella no creia que lo hicieran de verdad.

Fruncio un poco el ceño al oir a su hermana hablarle de aquella manera, cuando el solo queria descubrir aquello que le incomodaba, pero luego de notar aquel estraño tono de voz supo que ahora definitivamente no iba bien. Aun sentado a un lado de ella, ladeo un poco la cabeza y a pesar de la expresion de siempre que llevaba la contaria, se dio cuenta de que fingia.

-Dudo que haya algo mas importante que preocuparnos de nuestra hermana...-dio un suspiro algo pesado y con sus brazos suavemente rodeo a la chica, en un calido y delicado abrazo, en el que se apreciaba claramente la preocupacion del rumano.

-Dinos que pasa...