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Se había escabullido a la zona prohibida para los alumnos, el Palacio, estaba vestido con algunas ropas elegantes como de un joven Saar las cuales le hicieron entrar fácil a aquel lugar. Pero tras unos momentos allí fue reconocido por algunos guardias del lugar, los cuales comenzaron a seguirlo por los distintos pasillos del Palacio.
- Maldición.. -Murmuraba mientras corría, metiéndose por distintos pasillos y rincones haciendo que los guardias lo perdieran de vista- Por fin los perdí.. -Suspiro aliviado con la mano en el pecho tratando de calmar su respiración agitada por la huida.
Levanto un poco la vista para observar a su alrededor y donde se encontraba. Al frente suyo vio una gran puerta llamativa con algunos adornos y detalles de oro, aquella habitación debería de ser un grandioso lugar, pensaba acercándose algo ilusionado hacia la puerta. Tomo la manilla con sus manos girándola lentamente y empujando la puerta con la misma lentitud abriéndola. Con asombro contemplo la habitación con los ojos bien abiertos, entrando en ella cerrando la puerta tras de él.
- Q-que.. Hermoso.. -Comento algo tartamudiante por el asombro, asombro que duro poco al escuchar nuevamente los pasos de los guardias fuera de la habitación. Se separo de la puerta dando pasos hacia atrás mirándolo expectante en caso que que fuera abierta.
- Sera mejor que me queda aquí un momento.. -Dijo en voz baja tomando asiento en el borde de la cama, aun mirando la puerta esperando a que los guardias se alejaran, deseando que no lo encontraran.
- Maldición.. -Murmuraba mientras corría, metiéndose por distintos pasillos y rincones haciendo que los guardias lo perdieran de vista- Por fin los perdí.. -Suspiro aliviado con la mano en el pecho tratando de calmar su respiración agitada por la huida.
Levanto un poco la vista para observar a su alrededor y donde se encontraba. Al frente suyo vio una gran puerta llamativa con algunos adornos y detalles de oro, aquella habitación debería de ser un grandioso lugar, pensaba acercándose algo ilusionado hacia la puerta. Tomo la manilla con sus manos girándola lentamente y empujando la puerta con la misma lentitud abriéndola. Con asombro contemplo la habitación con los ojos bien abiertos, entrando en ella cerrando la puerta tras de él.
- Q-que.. Hermoso.. -Comento algo tartamudiante por el asombro, asombro que duro poco al escuchar nuevamente los pasos de los guardias fuera de la habitación. Se separo de la puerta dando pasos hacia atrás mirándolo expectante en caso que que fuera abierta.
- Sera mejor que me queda aquí un momento.. -Dijo en voz baja tomando asiento en el borde de la cama, aun mirando la puerta esperando a que los guardias se alejaran, deseando que no lo encontraran.